Pero las imágenes que han estado impresas sobre papel, desde hace ya varios años, se han volcado a otros soportes, han entrado al mundo textil y de los objetos cotidianos: bolsos, cojines, ropa, cuadernos, papeles decorados, intervención de muebles y muchas cosas más, (posibles de dejarles huella y de ser estampadas) han hecho de soporte a mis ideas.
Mi obra gráfica suele ser crítica y analítica. Habla de la sociedad, del mundo que habitamos, de la cultura, de lo humano y de lo vulnerable. Reflejan mis pensamientos e ideas, mis reflexiones o las de mis escritores favoritos, incluso lo que escucho en la calle o hablo con mis amigos.
Todo este imaginario poético lo he volcando en la obra textil para que aquello que usamos todos los días nos hable, tenga vida propia y no sea un objeto más de consumo sino que nos haga un guiño y nos introduzca en la lírica.
Cada objeto que hago de forma artesanal y con materiales eco-amigables es un producto único o de series limitadas.